Durante décadas, las Hermanas Católicas y los buscadores de justicia llenos de fe han elegido la solidaridad con los trabajadores y el amor al prójimo. Hoy, transmitimos este Espíritu con todos los que se preocupan por el bien común. Reconocemos que nuestra economía influye en todos los aspectos de nuestras vidas y exigimos políticas federales que reflejen nuestra dignidad y nos proporcionen lo que necesitamos y merecemos: Una economía para todos.

La agenda política de NETWORK Una economía para todos exige: empleos con permisos remunerados y salarios que cubran nuestras facturas, jubilación y más; vivienda, alimentos y atención médica asequibles; vecindarios seguros y acogedores; aire y agua limpios; un código tributario que garantice que los ricos paguen su parte justa; un sistema de inmigración justo y humano; y una política que responda a las personas, no al dinero.

Ya seamos enfermeros o trabajadores agrícolas, soldadores o programadores, estudiantes o jubilados, somos resilientes y nos cuidamos unos a otros. Cuando el dinero escasea, encontramos la manera de salir adelante. Pero merecemos más que eso. Estamos hechos a imagen de Dios y merecemos prosperar, no solo sobrevivir.

Pero una y otra vez, algunos políticos codiciosos se ponen del lado de los ultrarricos, permitiéndoles influir en nuestra política, contaminar nuestros vecindarios y enriquecerse con nuestro arduo trabajo, permitiendo que los directores ejecutivos ganen 290 veces más que el salario promedio de los trabajadores. Para distraernos de los problemas que crean los pocos poderosos, culpan a los trabajadores con salarios bajos, a las familias inmigrantes trabajadoras y a nuestros vecinos transgénero. En lugar de hacer que los ultrarricos paguen lo que deben en impuestos, estos legisladores buscan recortar nuestra atención médica y quitarnos la comida de nuestras mesas. Esto es inmoral.

Cuando vivimos estos valores juntos, ganamos, como cuando garantizamos la protección de los trabajadores en la era de los derechos civiles, los cheques mensuales y otras ayudas durante la COVID con la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, y la atención médica a millones de personas con la Ley de Atención Médica Asequible.